La servucción y la calidad en la fabricación del servicio.

No siempre cuando se habla de generar riqueza o de producir, nos referimos a algo tangible o físicamente medible. En el nivel de vida moderno que lleva la sociedad hoy, la generación de valor y por ende satisfacción también viene dada por la “fabricación” de un servicio, el cual genera valor agregado a la operación comercial.

Entre más desarrollada sea una economía, más interés tendrá su gente en los servicios que producen y consumen. Y es que si se analiza la manera cómo están ubicadas las casas comerciales a nivel mundial, se puede notar que en los países del 1° mundo se sitúa un grado elevado de concentración de empresas productoras y prestadoras de servicios que a su vez dependen de productos o materias primas para realizar sus operaciones normales, las cuales son adquiridas de empresas ubicadas en países subdesarrollados, en donde es difícil producir el servicio final.

Con este planteamiento se quiere hacer ver que entre más completa y desarrollada sea una economía, su gente y sus organizaciones serán capaces de generar valor agregado a un simple producto manufacturado (en muchos casos artesanalmente), con la compañía de un servicio que emita una sensación de satisfacción absoluta por parte del cliente.